En toda Europa se debate sobre la eficacia de las vacunas y la posible discriminación que podría asociarse a quienes son reacios a vacunarse. La introducción de un pasaporte de vacunación digital uniforme debería restablecer la libertad de circulación en el espacio Schengen para todas las personas que hayan sido vacunadas en su totalidad, las que se hayan recuperado y las que hayan dado negativo recientemente. Son principalmente países como España, Grecia y Chipre los que impulsan la introducción de este documento, dado que sus economías dependen en gran medida del turismo. Didier Reynders, Comisario Europeo de Justicia, subrayó que, según lo decidido en las reuniones del Parlamento Europeo a mediados de abril, el pasaporte vacunal se expedirá este verano. Sin embargo, el documento sólo tendrá carácter informativo, ya que se podrá viajar por los países de la UE aunque no se tenga. De este modo, los Estados miembros seguirían decidiendo por sí mismos quién puede entrar en el país y en qué condiciones.
Situación en Alemania
Tras la “cumbre de la vacunación” celebrada hace unos días y a la que asistieron todas las principales fuerzas políticas de Alemania, los líderes de la oposición criticaron duramente las decisiones adoptadas por el gobierno federal. La cumbre no aclaró todos los puntos del orden del día, en particular la cuestión de las restricciones actuales y si éstas deben aplicarse también a las personas vacunadas. Algunos partidos apoyan el principio de igualdad, es decir, que las restricciones deben aplicarse a todos o a nadie por igual. Otros políticos sostienen que los derechos fundamentales sólo deben restringirse por buenas razones y que las personas vacunadas deben disfrutar de ciertos privilegios.
Situación en España
En España, los gobiernos de las comunidades autónomas de Andalucía y Galicia, liderados por el Partido Popular, habían propuesto la introducción de una certificación (similar al Pasaporte de Vacunas) que daría la posibilidad de circular por todo el país. Sin embargo, la coalición de centro-izquierda actualmente en el gobierno rechazó esta hipótesis. Juan Miguel González, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Servicios Sanitarios, afirma que en España se ha debatido poco sobre los hipotéticos efectos que dicho certificado podría tener sobre los derechos fundamentales. Según González, como siempre ha habido falta de transparencia por parte del gobierno en cosas tan fundamentales.
Italia ya tiene una ley al respecto
En Italia, por su parte, ya existe desde principios de semana un pasaporte digital COVID-19 en el que se registran las vacunas, las curas y los resultados de las pruebas. El pasaporte “verde” autoriza a su titular a circular libremente por todo el país. Por lo demás, esto sólo se permite en Italia entre las regiones que son verdes o amarillas en el sistema nacional de evaluación de riesgos de cuatro colores, no las regiones naranjas o rojas. El decreto-ley se aprobó sin mucha controversia política ni debate centrado en los derechos, ya que la Constitución italiana permite explícitamente las restricciones a la libertad de circulación por motivos de salud. La vinculación de otras prestaciones a los pasaportes de vacunación no está actualmente en la agenda de Italia. El partido político Fratelli d’Italia ha expresado su apoyo a la introducción del pasaporte de vacunación a nivel europeo.
Situación en Francia
El pueblo francés, aunque visiblemente probado por los efectos de la Pandemia, no ve con buenos ojos la vacunación obligatoria y el gobierno de Macron no pretende forzar su mano en este sentido. Sólo se recomienda el uso de la aplicación Covid, en la que puedes introducir espontáneamente tu estado de salud (positivo, negativo, curado, vacunado, etc.). El gobierno francés no tiene intención, por ahora, de conceder más libertad a quienes decidan vacunarse.
El Reino Unido hacia la reapertura
En Inglaterra, el gobierno de Johnson habría querido, desde abril, hacer obligatoria la vacuna y la expedición del certificado de vacunación, pero la oposición ha criticado duramente y en bloque la obligatoriedad. Así que cuando el 17 de mayo se reabran las tiendas será para todos los clientes, vacunados y no, se deja al gerente del local la posibilidad de exigir el resultado de una prueba negativa en el momento de la entrada en la tienda.
Sin embargo, el Gobierno está estudiando la posibilidad de digitalizar la tarjeta de vacunación que se expide a todo aquel que se somete a la misma, con el fin de facilitar el acceso a los grandes eventos (a los que sólo se admitirá a los vacunados y a los que den negativo).