Una ola de sequía azota Berlín: para combatir el despilfarro, parte de la población corre a refugiarse.

La escasez de agua que azota la ciudad, fruto del cambio climático, tendrá un fuerte impacto en la vida y los hábitos de los berlineses y provocará una fuerte reducción del uso de este recurso vital. Por término medio, cada habitante de la ciudad consume 130 litros de agua al día: una cifra preocupante, cuya tendencia parece ir en aumento.

No hay que olvidar tampoco el factor medioambiental: la sequía no perdona al suelo. A esto se suman los lagos, ríos, estanques y acuíferos, que también carecen de agua. Estos factores ponen en grave riesgo el propio bosque de Berlín, el pulmón verde de la ciudad, ya que sus árboles sufren la falta de agua al desarrollar estrés por sequía, lo que los hace más vulnerables a las plagas.

No hay que subestimar el hecho de que la sequía también contribuye a la aparición de incendios forestales: en vista de ello, el Senado de Medio Ambiente (Umwelt Senat) reaccionó con la prohibición de asar en el distrito de Friedrichshain-Kreuzberg para evitar el desarrollo de incendios en un entorno cada vez más seco.

Para resolver el problema de la sequía, tanto la población de Berlín como la administración de la ciudad están recurriendo a numerosas soluciones para combatir el despilfarro: algunos ciudadanos están actuando a través de iniciativas individuales para limitar los daños medioambientales causados por la sequía y reducir los residuos. Por otro lado, las compañías de agua están estudiando la posibilidad de reabrir dos nuevos acueductos, con lo que pretenden abastecer el suministro de agua de la ciudad, mientras que el senado de medio ambiente (Umwelt Senat) está elaborando una estrategia a largo plazo para evitar que la situación provoque una reducción excesiva del consumo.

De hecho, aunque la situación es cada vez más crítica, el escaso suministro de agua aún no se considera un problema oficial y la perspectiva de un racionamiento del agua está todavía muy lejos.

Para limitar el consumo de agua, es bueno tener en cuenta algunos principios básicos de uso sostenible de este preciado recurso: por ejemplo, es aconsejable utilizar la ducha en lugar de la bañera, cada dos días.

Igualmente aconsejable es el uso de aguas grises, convenientemente depuradas mediante máquinas específicas y utilizadas como agua de drenaje, de riego y de lavado.

Puede encontrar más consejos en el enlace a la página web de la asociación alemana de consumidores Verbraucherzentrale en este link.