Las normas relativas a Hartz IV deben renovarse
La idea es muy prometedora: el ministro federal de Asuntos Sociales, Hubertus Heil (SPD), propone que a los beneficiarios del Arbeitslosengeld II (subsidio de desempleo II) no se les comprueben los ingresos durante los dos primeros años. Además, los gastos de vivienda y alquiler ya no estarán presentes a la hora de calcular la tasa Hartz IV (desempleo coloquial). Sin embargo, sólo unas horas después del anuncio, empezaron a llover las críticas a la esperada reforma.
Hubertus Heil: “El subsidio de desempleo debe convertirse en una renta de ciudadanía”
Desde hace más de 15 años, el SPD parece estar en un “trauma permanente” con respecto a Harz IV. Se han hecho muchos llamamientos al cambio, pero no ha ocurrido gran cosa. Con los planes anunciados por el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Hubertus Heil, esto podría cambiar. Quiere conseguir por fin lo que muchos ya han intentado: una reforma permanente de las normas de desempleo. En el futuro, Hartz IV ya no debería ser simplemente una renta básica, sino “una renta de ciudadanía de la que nadie que la necesite debería avergonzarse”, dijo el político del SPD a la revista “Der Spiegel”.
En concreto, los planes del ministro son que en el futuro no sea necesario comprobar si alguien tiene ahorros de hasta 60.000 euros o el tamaño de su piso. Su propuesta es que, durante un margen de tiempo de dos años, se protejan los activos hasta esa cantidad y no se compruebe la adecuación de los costes de alquiler. Estas normas simplificadas están actualmente en vigor debido a la pandemia de COVID-19 y deberían permanecer en vigor de forma permanente, según el ministro.
La nueva normativa debería posibilitar la promoción social
Los objetivos de Hubertus Heil son grandes, su paquete de reformas es ambicioso y pretende nada menos que permitir el avance social. Durante demasiado tiempo, la gente se quedaría con las prestaciones de desempleo en lugar de capacitarse para el mercado laboral a través de la formación continua. Aquellos que, en el futuro, completen los cursos de formación recibirán una bonificación de 75 euros. El proyecto de ley promete que la cualificación y el perfeccionamiento profesional pronto tendrán prioridad sobre la rápida asignación de puestos de trabajo. La esperanza relacionada: aumentar la permeabilidad entre las diferentes clases sociales. “Nuestros sistemas de seguridad social pueden proteger, pero muy raramente permiten el avance social”, criticó Heil en Der Spiegel. El proyecto de ley presta aún más atención a la “promoción” en lugar de la “demanda”.
La CDU y el FDP rechazan los planes
El proyecto de ley no se ha definido en detalle, cuando ya ha recibido muchas críticas. “La renuncia a las sanciones y el aumento de las prestaciones son la introducción indirecta de la renta básica incondicional”, dijo el portavoz de política social del FDP, Pascal Kober. Los planes de reforma de Hartz IV costarían unos 550 millones de euros. Un dinero que, según el FDP, estaría mejor distribuido en otra parte: “Los miles de millones que se necesitan estarían mejor invertidos en la educación y la cualificación profesional de las personas afectadas”, dijo Kober.
Las críticas también provienen del socio de la coalición en el gobierno federal. En principio, con las regulaciones especiales debido al coronavirus, se estaría dispuesto a discutir, sin embargo, “seguimos sosteniendo que es importante promover pero también exigir y también rechazar que dichas regulaciones especiales sean permanentes”, reaccionó el portavoz sociopolítico y de mercado laboral de la CDU/CSU, Peter Weiß, a las propuestas. También él temía la introducción por sorpresa de una renta básica incondicional.
¿Cuándo llegará la reforma prevista?
Por otro lado, sin embargo, los elogios provienen de los compañeros de partido de Heil. El ministro de Economía y candidato a canciller, Olaf Scholz (SPD), acoge con satisfacción las propuestas de reforma y declara al periódico Rheinische Post: “Los ciudadanos quieren un Estado de bienestar con el que puedan contar. Este es el objetivo del proyecto de ley. El jefe de la DGB (Confederación de Sindicatos Alemanes), Rainer Hoffmann, reaccionó casi con euforia: “Es un hito en la política social”. Pero pasará mucho tiempo antes de que el proyecto de ley entre en vigor. Al final, Heil tendrá que convencer sobre todo a su socio de coalición de que su proyecto de ley será aprobado en el Parlamento y en el Consejo Federal.