Alemania pretende llevar a cabo una importante reforma legislativa en el ámbito de las telecomunicaciones. Se van a promulgar dos leyes que prevén una velocidad mínima de navegación y abordan el delicado tema de la protección de datos y la identificación personal en la web.

 

Internet rápido para todos
El proceso de modernización garantizará que, a partir de mediados de 2022, todos los ciudadanos tengan derecho a un acceso a Internet de alta calidad en todo el territorio federal, garantizando la participación social y económica, y haciendo posible el uso de la oferta de video streaming y el trabajo en la oficina en casa. Si no es así, se puede reclamar a la Bundesnetzagentur y pedir una conexión más rápida (!).

Cada año, el Ministro de Transportes se pronu
nciará sobre los requisitos mínimos y su actualidad. El acceso a Internet no sólo tendrá que ser funcional – ya no bastará con 0,056 megabits por segundo – sino que probablemente cubrirá 30 megabits por segundo. La novedad es que no sólo se tendrá en cuenta la velocidad de descarga, sino también la de subida y la latencia.

 

Financiación de infraestructuras
Los proveedores de servicios de comunicación electrónica como WhatsApp, Facebook, Signal o Threema tendrán que asumir los costes de la infraestructura prometida, en función de sus usuarios activos. Además, la red telefónica se ampliará para cubrir toda Alemania en 2026 si es posible.

 

Identificación personal obligatoria
El nuevo proyecto de ley también estipula que todo usuario que tenga acceso a un correo electrónico, a un servicio de mensajería instantánea o a una plataforma de videoconferencia debe tener sus datos personales verificados por el operador respectivo, para que éstos puedan ser llamados en casos especiales por las autoridades competentes. Además, la ley de conservación de datos personales -ya declarada inconstitucional- vuelve a estar presente en el proyecto.

 

Recepción política
La oposición -además de quejarse de la falta de transparencia del proceso legislativo- ha declarado que muchas de las nuevas propuestas son “invasivas” y dan demasiado poder a la BSI (Oficina Federal de Seguridad de la Información). Es precisamente aquí donde se puede acudir para cualquier duda relacionada con la seguridad informática, ya que se ofrece un mostrador “independiente” y “neutral” para asesorar, concienciar y apoyar a los usuarios.