El papel del consumidor es primordial en los retos a los que se enfrenta la economía mundial para lograr una verdadera prosperidad: un ejemplo de ello lo encontramos sin duda en el ámbito de la moda sostenible. 

 

¿Qué es la moda sostenible?

 

La moda sostenible es una práctica que, proponiendo una alternativa a la “moda rápida”, busca rentabilizar la compra de ropa para el consumidor, favoreciendo como criterios de compra

– la calidad de las prendas por encima de la cantidad; 

– ecología, buscando prendas producidas con pleno respeto al medio ambiente; 

– equidad, para los trabajadores que participan en el proceso de producción, a los que se garantiza el pleno respeto de sus derechos. 

Esta estrategia adoptada por los consumidores también contribuye a su bienestar psicológico, pues ya no están sujetos a las cambiantes tendencias de la moda.

 

Moda sostenible: ¿cómo empezar?

 

El primer paso para iniciar este camino es vaciar el armario. Según el Ministerio de Medio Ambiente alemán, el 40% de la ropa que compran los ciudadanos alemanes no se utiliza nunca o muy raramente. Ante las continuas compras debidas a la difusión de la “moda rápida”, una forma de empezar a contrarrestar esta tendencia es librar el armario de la ropa superflua preguntándose al menos una vez al año qué se sigue llevando y qué no. De este modo, puedes empezar a comprar sólo lo que necesitas.

 

¿Cómo garantizar el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad económica y medioambiental?

 

Hoy en día, es muy complicado referirse a las etiquetas, ya que suelen ser confusas. Sin embargo, hay dos casos concretos que merece la pena mencionar: el primero es el de las prendas de algodón orgánico, en cuya etiqueta debe figurar “producido a partir de … % de algodón de cultivo ecológico” (en alemán, “aus … % biologisch angebauter Baumwolle hergestellt”); el segundo es el caso del llamado “botón verde”, un sello textil que certifica la producción justa y ambientalmente sostenible de la prenda. 

La sostenibilidad ecológica y económica de una prenda también puede comprobarse a través de portales especializados, como Siegelkarlheit o EU-Ecolabel.

 

¿Existen otras formas de que los consumidores renueven su vestuario de forma sostenible?

 

Sí: el consumidor puede, por ejemplo, decidir comprar ropa de segunda mano en tiendas, bazares y mercadillos, donde a menudo hay ropa de calidad a precios de ganga. Otra opción es intercambiar ropa con otras personas en actos benéficos privados o, cuando sea posible, en espacios públicos habilitados para ello.

También existe la posibilidad, si la ropa está demasiado gastada, de proceder al llamado “upcycling”, es decir, reutilizar la prenda transformándola en algo nuevo. Esta práctica puede adoptar la forma de bricolaje pero, en caso de que sea necesario, también podría implicar a pequeños artesanos especializados, como sastres locales, capaces de rediseñar las prendas. 

Por último, en cuanto a la ropa que se va a utilizar en una sola ocasión, como bodas y otras ceremonias, se puede alquilar en línea o en la tienda, o pedirla prestada a familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Puede encontrar más información sobre este y otros temas de economía sostenible en el sitio web oficial del Ministerio Federal de Medio Ambiente, en esta dirección.