Representación de intereses

La KBV (Kassenärtzliche Bundesvereinigung) es la asociación profesional de los médicos y psicoterapeutas autónomos que operan en el sistema del seguro de enfermedad en Alemania. Mientras que en otros Estados de la UE la asistencia sanitaria está garantizada y organizada directamente por el Estado, en Alemania la gestionan entidades privadas, entre ellas el KBV, que se comunican entre sí. La KBV actúa como portavoz de los médicos en la esfera política y tiene como objetivo mejorar sus condiciones de trabajo y ayudar a prestar un servicio lo más eficaz posible. El diálogo que se ha establecido entre las “partes” implicadas es el resultado de un proceso de emancipación puesto en marcha por los médicos agrupados en asociaciones, que estaban en manos de las agencias de seguros. De la resolución de los conflictos surgió la necesidad de reformar el sistema sanitario mediante la celebración de acuerdos para hacer más eficiente su organización.

 

Garantizar el acceso a la asistencia

El KBV está obligado por ley a garantizar que todos los ciudadanos asegurados tengan acceso a la asistencia médica ambulatoria. En su creación subyacen ciertos principios fundamentales que debe preservar, entre ellos el derecho de los pacientes a la libre elección del profesional más adecuado a sus necesidades. Las necesidades de los ciudadanos se planifican mediante acuerdos entre las compañías de seguros y el KBV en el Comité Federal Mixto.

Pero, ¿cómo funciona esto en la práctica? En Alemania existe un seguro de enfermedad obligatorio para todos los residentes, que asumen el coste de la inscripción junto con su empleador; la contribución debida es proporcional a sus ingresos. De este modo, el KBV se financia entre los que están asegurados en un organismo público y los que tienen uno privado. Es precisamente en esta distinción donde se esconde un primer gran problema del sistema sanitario alemán: la desigualdad en el tratamiento de los pacientes considerados de segunda clase y de segunda categoría. Las compañías de seguros privadas pagan sumas mucho mayores a los médicos y hospitales que las compañías de seguros públicas. Así, los ciudadanos pertenecientes a los primeros reciben un trato más favorable en detrimento de un segmento mucho más amplio de la población. De hecho, debido a los costes prohibitivos, sólo el 11% de la población puede permitirse un seguro privado.

 

Sanidad sobre el terreno

Para garantizar un servicio de alta calidad y justo para todos, es necesario establecer una red generalizada en todo el territorio. La planificación de las necesidades es la base del buen funcionamiento del sistema: se establece una proporción entre el número de médicos (aproximadamente 181.000 en total) y el número de habitantes, para garantizar una distribución uniforme. El Instituto Central de Prestaciones Sanitarias creó el sitio de Internet Versogungsatlas.de con el objetivo de mantener a la población alemana al día de las novedades de la asistencia médica a nivel regional.

Cada ciudadano debe poder decidir a quién dirigirse en función de su proximidad y preferencia, sin que los procesos burocráticos interfieran en la relación directa entre médico y paciente. Hay un total de 17 asociaciones sanitarias de médicos mutualistas; están dispersas por regiones y forman una densa red de aproximadamente 100.000 ambulatorios presididos por profesionales autónomos especializados en diversos campos. Esta conformación ha permitido reducir la presión sobre los hospitales, un factor que, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria a la que hemos asistido, no es ni mucho menos despreciable.

Sin embargo, tal y como se puede leer en el informe 2020 de la Comisión Europea, el sistema sanitario alemán sigue, de hecho, demasiado anclado en el sistema hospitalario, con una conformación muy fragmentada que, de hecho, complica el acceso inmediato a la asistencia a quienes viven en la periferia.