Hartz IV (o Arbeitslosengeld II) será sustituido a partir de enero de 2023 por el sistema subsidiario del Bürgergeld, en el que la Ampelkoalition lleva trabajando desde que llegó al gobierno. En septiembre de 2021, Alemania, al igual que toda Europa, tuvo que hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19, agravada ahora por la guerra en Ucrania. La inflación galopante ha provocado un aumento de los precios y del coste de la vida, lo que ha hecho necesaria una reforma. Pero, ¿cuáles son las diferencias más importantes? En este artículo, tratamos de aclarar los distintos puntos que hacen que Bürgergeld sea innovador en comparación con Hartz IV.

Más dinero para más gente

El Bürgergeld asciende a 502 euros para las personas que viven solas, lo que supone un aumento de 53 euros en comparación con Hartz IV, que aportaba 449 euros. A partir de esta suma, se calculan las de los hogares con una estructura diferente:

– Parejas: 902€ (451€ por persona)

– Chicos y chicas de entre 18 y 24 años: 451€.

– Chicos y chicas de 14 a 17 años: 420€.

– Niños entre 6 y 13 años: 348€.

– Niños hasta 5 años: 318€.

Establecimiento de Karenzzeiten

Se ha establecido un plazo de dos años (calculado a partir de la presentación de la solicitud de subvención) en el que no se tienen en cuenta los bienes muebles e inmuebles para determinar la cuantía de la subvención. El límite a partir del cual deja de aplicarse esta cláusula se ha elevado a 60.000. Así, en cuanto a los bienes, lo único que tiene que demostrar es que no supera los 60.000 euros. Una vez transcurrido el plazo fijado, el cálculo de los activos se realizará mediante un proceso burocrático lo más sencillo posible. En esta franja de tiempo, el mantenimiento de la vivienda está garantizado, por mucho que aumenten los costes. De este modo, los ciudadanos podrán concentrarse en volver a trabajar, sin miedo al desahucio.

Nuevo sistema de sanciones

La piedra angular de la reforma es la estrecha relación de cooperación que debe establecerse entre el ciudadano y las agencias temporales con las que se relaciona. De hecho, está previsto un periodo de seis meses en el que se garantiza la confianza en caso de ausencia de una cita o de retrasos. En este plazo, las sanciones pueden alcanzar hasta el 10% de la subvención, esto sólo en caso de reincidencia. Una vez finalizado el periodo fijado, las sanciones pueden llegar hasta el 30%. Con el actual Hartz IV, desgraciadamente, ocurre a menudo que se pierde un aviso para una oportunidad de trabajo o un nombramiento porque uno no revisa su correo. Siempre hay que recordar que en la mayoría de los casos estamos hablando de personas que se encuentran en una situación muy incómoda, incluso que sufren de ansiedad y depresión. Gracias al enfoque más colaborativo que el Gobierno ha intentado impartir con el Bürgergeld, esto debería evitarse porque los distintos nombramientos se acordarán conjuntamente.

Fomento de las “Weiterbildungen” y reducción de los impuestos sobre el Nebenjob

El gobierno ha dispuesto la asignación de 150 euros al mes para aquellos que quieran participar en una educación. A diferencia de Hartz IV, la búsqueda de un empleo ya no tendrá prioridad absoluta sobre la formación: se promueven las “Weiterbildungen”, es decir, los cursos de formación que permiten adquirir nuevas competencias que hacen a las personas más competitivas a largo plazo.

También hay cambios importantes en el frente de los “Nebenjob”, es decir, aquellos empleos que no son la ocupación principal, sino una actividad paralela. En este sentido, existe una desgravación fiscal que reducirá la diferencia entre el salario bruto y el neto. Los estudiantes y las personas que cursan formación profesional (Ausbildung) son algunos de los que se beneficiarán de esta medida, ya que podrán ahorrar más dinero trabajando aún menos horas. De este modo, los jóvenes se ven mucho más animados a iniciar un trabajo junto con sus estudios.

Requisitos para los extranjeros

Este aspecto de la reforma no se ha modificado, pero vale la pena abordarlo. Los extranjeros residentes en Alemania tienen derecho al Bürgergeld, siempre que dispongan de un permiso de trabajo (Arbeitserlaubnis) o tengan la posibilidad de obtenerlo (previa confirmación de la agencia de empleo). Tener un empleo remunerado es una prerrogativa; de hecho, los familiares no pueden recibir la prestación durante los tres primeros meses. Sin embargo, se exceptúan los que tienen un permiso de residencia por razones políticas/humanitarias. En este caso, el gobierno parece estar bien dispuesto a aceptar y absorber nueva mano de obra para integrarse en aquellas zonas donde la mano de obra es escasa.

La cuestión de género

La cuestión lingüística de la inclusión del género ha sido muy discutida en los últimos tiempos de forma más o menos acalorada en todos los estados democráticos. El nombre de “Bürgergeld” no incluye el género femenino, ya que “Bürger” significa “ciudadano” y excluye “ciudadana”, que sería “Bürgerin”. Por lo tanto, en el texto de la ley no hay ninguna disposición al respecto, manteniéndose en la línea del anterior Hartz IV. De hecho, no hay reglas claras para tomar decisiones en la materia que no atenten contra la claridad de la propia ley y pongan a todos de acuerdo. Los códigos lingüísticos en el ámbito del derecho deben reformarse para que los términos sean lo más universales posible.

El programa Hartz IV se considera ahora obsoleto, principalmente porque las subvenciones previstas ya no son suficientes para ayudar realmente a las familias necesitadas. Pero en realidad, la anterior reforma social siempre ha sido criticada por los partidos más izquierdistas, que argumentan que no ha hecho más que sumir a los trabajadores en unas condiciones laborales precarias e indignas. Tal y como están las cosas, la ley aún no ha sido aprobada porque no ha alcanzado la mayoría de votos necesaria en el parlamento. La oposición, de hecho, critica la reforma social porque sería, en su opinión, un freno al mercado laboral y un incentivo para conformarse con el paro.