En Alemania, el empleador tiene derecho a despedir a un trabajador si éste llega tarde al trabajo. El retraso una o dos veces puede ser aceptable, pero después de una advertencia por escrito no hay excusas: llegar tarde representa un verdadero incumplimiento de las obligaciones contractuales.
No hay dos casos iguales, de hecho, dependiendo de las circunstancias de la persona, se pueden sacar conclusiones sobre una mala conducta persistente e irrazonable, lo que lleva a un despido, afirma el LAG Schleswig-Holstein.
Los empleados siempre están sujetos a sus contratos y deben comportarse de acuerdo con ellos. Es deber del trabajador asegurarse de que llegue al trabajo a tiempo. En caso contrario, el trabajador debe asegurarse de que no vuelva a ocurrir. No se toleran retrasos u otras formas de mala conducta por motivos personales (incluido el estrés).