El 7 de abril, con ocasión del Día Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el “Informe sobre el estado de la enfermería en el mundo”, un documento oficial en el que se presenta un panorama del estado de la atención de enfermería en todo el mundo y se detallan las cifras y los números de todos los países de la OMS. La situación descrita no es idílica, sino todo lo contrario: se insta a los gobiernos a que inviertan mucho más en la investigación y la capacitación del personal sanitario y a que adopten medidas para subsanar la escasez de personal.

La pandemia del Corona Virus está haciendo colapsar a los sistemas de salud de la mitad del mundo y en esta situación tan difícil las enfermeras están demostrando una vez más que son la columna vertebral del sistema de salud y que esta profesión debería ser valorada aún más. El informe destaca, entre otras cosas, los puntos críticos del sistema sanitario alemán que, según Christel Binstein, presidenta de DBfK (la orden profesional de las profesiones sanitarias), se preocupa mucho más por la igualdad de presupuestos que por la inversión de dinero en investigación y la mejora de las técnicas de atención al paciente.

Basándose en el Informe sobre el Estado de la Enfermería en el Mundo, el DBfK propone al gobierno las siguientes mejoras en el sistema de atención sanitaria:

  • Una inversión significativa en la capacitación y la formación continua del personal sanitario y la creación de un entorno de trabajo mucho más sereno;
  • la contratación de más enfermeras, la evaluación del personal mediante la introducción de pruebas analíticas para el personal.
  • Aplicación de algunas sugerencias para mejorar la atención de enfermería en el hospital y para los ancianos;
  • creación de un sistema de recopilación de datos sobre las condiciones del servicio de enfermería de Alemania, de manera que se puedan tomar medidas eficaces para encontrar soluciones válidas a los problemas existentes;
  • colaboración de todos los grupos más grandes de profesionales de la salud que trabajan en todos los niveles del sistema;
  • la cooperación igualitaria entre todas las profesiones de la salud y el desarrollo de un nuevo sistema de división del trabajo más innovador y basado en las necesidades, con una función más amplia para las enfermeras profesionales;
  • creación de entornos de trabajo óptimos, es decir: una compensación adecuada al tipo de trabajo, una dirección aún más atenta a las necesidades de los trabajadores y a las normas de seguridad en el lugar de trabajo,
  • la compatibilidad entre el trabajo y la vida privada mediante un equilibrio saludable entre la carga de trabajo y los recursos de personal disponibles, la formación continua del personal.

Una vez que la pandemia haya pasado, nos daremos cuenta de que el mundo ya no es el mismo y que ningún país puede ganar una guerra contra las epidemias sin invertir en investigación y en la mejora de la atención sanitaria. La salud es lo más importante y las profesiones de la salud deben ser respetadas y valoradas.