El Ministro de Finanzas Olaf Scholz dijo recientemente que las pequeñas y medianas empresas podrán obtener ayuda financiera más rápidamente para hacer frente a la actual crisis económica. En el futuro, los bancos ya no tendrán que comprobar si la empresa tiene perspectivas económicas cuando conceda la ayuda financiera; no se exigen garantías y también puede omitirse la evaluación del riesgo. El Estado asume plenamente el riesgo para la concesión de créditos hasta 800.000 euros, pero la empresa deberá demostrar que los problemas financieros no precedieron a la crisis económica provocada por el Coronavirus y que en los 3 años anteriores a la actividad produjo beneficios. Con la aplicación de estas medidas, el gobierno espera, en definitiva, evitar un alto número de fracasos empresariales durante este período.

Las instituciones de crédito tienen responsabilidades temporalmente limitadas en la concesión de préstamos a las pequeñas y medianas empresas. Las pequeñas empresas podrán recibir una ayuda financiera equivalente a 3 facturas por mes en 2019. Para las empresas con un mínimo de 11 empleados y un máximo de 49, el límite para la concesión de ayudas es de hasta 500.000 euros, las empresas con más de 50 empleados podrán recibir ayudas por un máximo de 800.000 euros. Sin embargo, los créditos concedidos deberán ser devueltos en un plazo de 10 años, de los cuales 2 años estarán libres de amortizaciones.

La Comisión de la Unión Europea ya ha dado luz verde a la plena responsabilidad del Estado para préstamos de hasta 800 euros. Mientras tanto, el gobierno ha hecho saber que la mayoría de los préstamos concedidos a las pequeñas empresas con 10 o menos empleados pueden no ser reembolsados. En el caso de las grandes empresas de más de 250 empleados, ya se han establecido maniobras financieras para evitar su quiebra, proporcionando, entre otras cosas, garantías y la posibilidad de que el Estado adquiera temporalmente acciones en las empresas.