El Ministerio de Trabajo ha concedido la posibilidad de ampliar la jornada laboral hasta 12 horas para todos los sectores considerados estratégicamente relevantes. El gobierno federal tomó esta decisión para hacer frente a la emergencia del Covid19 eludiendo, de hecho, la legislación existente sobre la protección de las horas de trabajo. La ordenanza fue aprobada con efecto inmediato por el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud y prevé: más horas de trabajo, menos tiempo de descanso y la disposición a trabajar incluso en días laborables y festivos por lo menos hasta junio. Sin embargo, la ampliación del horario de trabajo sólo se aplicará si no puede evitarse mediante el uso de otros métodos de organización, en cuyo caso el tiempo mínimo de descanso entre los turnos se reducirá de 11 a 9 horas.
La Ordenanza también se refiere, entre otras cosas, a la producción agrícola, la gestión de redes y datos, el transporte de objetos de valor, las farmacias, la producción de artículos de primera necesidad y el suministro de energía. En resumen, a todos aquellos sectores cuya labor es esencial para garantizar el orden público, un nivel adecuado de atención de la salud, un suministro adecuado de las necesidades básicas.
Peter Weiß, miembro de la CDU, habló de una decisión generosa y necesaria para hacer frente a esta emergencia sin precedentes. Sin embargo, las críticas de todos los partidos de la oposición son muy fuertes, y tienen interés en señalar que esta decisión sólo exprimirá aún más a los trabajadores de los sectores de importancia sistémica, exponiéndolos a mayores riesgos de los que ya corren. En cambio, piden que se adopten medidas alternativas, como el uso de cajeros automáticos integrados y de estudiantes que podrían, por ejemplo, ayudar en los supermercados. Para la oposición, todo trabajador tiene derecho a un período de descanso adecuado y a no verse estresado por una cantidad agotadora de horas y trabajo: en cambio, “evidentemente el gobierno sólo quiere salvar la Pascua de los dueños de las empresas y no proteger la salud de los trabajadores”, como dijo Susanne Ferschl, jefa del partido de izquierda Die Linke.