Ante el empeoramiento progresivo de la situación epidemiológica en Alemania, los gobiernos federales han decidido adoptar medidas drásticas para contener la difusión del virus, que afectan principalmente a los que no se han vacunados.

El personal de vacunación se ha ampliado mucho. Los médicos, farmacéuticos y personal de enfermería podrán vacunar y delegar, y pronto los dentistas también serán vacunadores. Además, los trabajadores de los hospitales y de las residencias de ancianos estarán obligados a vacunarse. En febrero de 2022, el Bundestag decidirá sobre la vacunación obligatoria. Quien decida no recibir el booster no mantendrá su condición de vacunado y aún se discute a nivel europeo la duración del estatus de vacunado considerando la fecha de la última vacunación ejecutada (la propuesta es dar una validez de 9 meses desde la última dosis de vacuna recibida).

El acceso a cines, teatros y restaurantes requiere un certificado de vacunación (que se puede enseñar a través de una app o en papel para poder escanear un código QR), y también puede ser necesario exhibir un covid test (2G+). Sólo se podrá acceder a los supermercados, las farmacias y las droguerías con mascarilla. En los lugares cerrados el límite será de 5.000 personas, mientras que en los exteriores será de 15.000. En ambos casos es necesario llevar mascarilla, además de 2G o 2G+. Las discotecas cerrarán en las áreas con altos índices de infección ( índice de contagio en los últimos 7 días superior a 350). Además, si no eres uno de los “vacunados o curados eximidos por el médico de vacunarse”, las reuniones familiares durante las vacaciones de Navidad tendrán que limitarse a los parientes más próximos y a un máximo de dos personas de otra familia. Se prohíben los fuegos artificiales en Nochevieja para evitar aglomeraciones.

Cabe recordar que estas son las directivas establecidas por el gobierno central, a las que pueden añadirse otras decisiones asumidas independientemente por los gobiernos de cada “región” (Land).