Al solicitar la ciudadanía, también conocida como “naturalización”, te conviertes en un ciudadano igualitario del país al que te has mudado y, en consecuencia, adquieres todos los derechos y obligaciones del país de residencia.
Quienes proceden de países pertenecientes a la Unión Europea tienen libre circulación en Europa, por lo tanto también en Alemania, y pueden viajar a muchos países sin visado, pero una vez que te conviertes en ciudadano alemán adquieres derechos adicionales. La ciudadanía ofrece participación política, igualdad jurídica y mayores oportunidades de participación en la sociedad, lo que significa que incluso puedes postularte para un cargo político.
¿Cómo te conviertes en ciudadano? Hay muchas excepciones que te permiten acelerar el proceso, pero hemos decidido tener en cuenta la regla general.
La autoridad competente para la solicitación depende de tu lugar de residencia, este puede ser la administración municipal o distrital o la oficina de inmigración.
Después de vivir legal y permanentemente en Alemania durante al menos ocho años, puedes solicitar la ciudadanía, asegurándote de que las siguientes condiciones, entre otras, sean válidas para tu caso:
• prueba del conocimiento del orden social y legal y las condiciones de vida en Alemania mediante una prueba (Einbürgerungstest);
• una prueba de alemán oral y escrita, que demuestre que tu nivel es al menos intermedio (nivel de idioma B1) y que eres capaz de comunicarte con otras personas;
• ninguna condena por delito.
La tarifa es de 255 euros por persona, en caso de que haya menores que sean neutralizados junto con sus padres se deberán sumar 51 euros por cada menor por el que se realice la solicitud. A esta cifra también podríamos sumar el coste de 25 euros por el Einbürgerungstest y 25 euros adicionales por la prueba que certifica el nivel de idioma (generalmente estas pruebas se realizan en una Volkshochschule a petición de la oficina competente).
¿Qué pasa con la antigua ciudadanía? La ciudadanía adquirida al nacer no debe conservarse tras la neutralización en Alemania, por lo que se debe decidir si perderla por completo o renunciar a ella. Sin embargo, existen excepciones en las que se aceptan varias nacionalidades. Los ciudadanos que provienen de los estados de la Unión Europea y Suiza deben informarse sobre la ley y los acuerdos celebrados entre su país de origen y Alemania.