Las medidas de sustitución de salarios, como el trabajo a tiempo parcial (Kurzarbeitergeld), están exentas de impuestos. Pero tienen un impacto en el cálculo del tipo impositivo aplicable.
Düsseldorf. En Alemania la gente trabaja a tiempo parcial. Para más de diez millones de empleados, las empresas han solicitado el Kurzarbeitergeld en la Agencia Federal de Empleo (Bundesagentur für Arbeit). “En este momento estamos dirigiendo casi todas nuestras operaciones hacia el asesoramiento de las empresas afectadas, la recogida de notificaciones rápidamente y la resolución de casos de empleo a corto plazo”, dijo Detlef Scheele, Presidente de la Agencia Federal de Empleo de Alemania (Bundesagentur für Arbeit).
Los salarios de sustitución, como las prestaciones por trabajo a tiempo parcial (Kurzarbeitergeld), se consideran por ley ingresos libres de impuestos, pero están sujetos a la llamada reserva de progresión (Progressionsvorbehalt). Para ello, la renta exenta de impuestos se incluye en la evaluación de la tasa de impuestos.
Teniendo en cuenta el tipo impositivo progresivo, suele aumentar con el aumento de los ingresos. Este tipo de impuesto más alto se aplica entonces a la totalidad de los ingresos imponibles. En la práctica, también habrá que pagar impuestos sobre los ingresos libres de impuestos.
Por ejemplo:
Una persona soltera gana unos 5000 euros brutos al mes, su renta imponible mensual es de 4000 euros. También suele pagar 1000 euros de impuesto sobre la renta, por lo que sus ingresos netos son 3000 euros al mes o 36.000 euros al año. Por consiguiente, por cada euro de renta imponible, hay 25 centavos de impuesto.
Asumiendo que tiene que trabajar durante tres meses al 50% de tiempo reducido. Durante este período, su empresa paga la mitad de su salario y el Bundesagentur für Arbeit paga el 60% del salario neto perdido por trabajo a tiempo parcial. Así que recibe 1.700 euros de salario neto de su empresa cada mes, mientras que el Bundesagentur für Arbeit paga el 60% de los 1.300 euros que faltan, o sea 780 euros. Durante tres meses, en lugar de 3000 euros, sólo recibe 2.480 euros ingresados en su cuenta.
A principios de 2021 estará obligado a presentar una declaración de impuestos.
La oficina de impuestos calculará los impuestos de esta manera: La “renta imponible efectiva” fue de 4.000 euros durante nueve meses y de 2.000 euros durante tres meses, lo que da un total de 42.000 euros. Sobre esta cifra se adeudarían 9.156 euros de impuestos, la carga fiscal media es del 21,8%.
Las autoridades fiscales calculan entonces un “ingreso imponible ficticio”. A esto se añade el subsidio por trabajo de corta duración, que asciende a 44.340 euros. Sobre esta cantidad, se adeudarían 10.001 euros de impuestos, por lo que la carga sería del 22,5552%.
En la tercera etapa, este tipo impositivo medio se aplica a los ingresos imponibles reales. Por 42.000 euros el empleado tendría que pagar 9.473 euros en impuestos.
Así, se deben 317 euros de impuestos sobre los 2.340 euros de subsidio de trabajo a tiempo parcial recibidos.
Este complejo procedimiento tiene por objeto garantizar la tributación según el principio de eficacia, aunque algunos ingresos siguen estando expresamente exentos de impuestos por ley, por ejemplo porque ya han sido gravados en el extranjero.
El Tribunal Constitucional Federal dictaminó en 1995 que: “La cláusula de progresión tiene en cuenta la capacidad de pago del contribuyente en la forma exigida por la constitución. Es evidente que los contribuyentes que recibieron prestaciones de sustitución del sueldo además de sus ingresos en el año civil son económicamente más productivos que los contribuyentes que recibieron la misma cantidad de ingresos sin prestaciones de sustitución del sueldo. Por lo tanto, la inclusión de los beneficios de sustitución de salarios en el cálculo de la tasa de impuestos no responde a ninguna impugnación constitucional. En particular, no es el resultado de la discriminación”.
Fuente: https://app.handelsblatt.com/