Una de las primeras ayudas gubernamentales a las empresas afectadas por la actual crisis económica fue la posibilidad de aplazar el pago de impuestos, seguida de otros planes de rescate que implicaban la asignación de muchos miles de millones de euros a pequeñas, medianas y grandes empresas.

Pero para Christian Dürr, vicepresidente del Grupo Liberal del Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y Reformistas, esto no es suficiente y, de hecho, ha solicitado un impuesto negativo sobre las ganancias debido a la crisis del Corona Virus.

La idea del FDB es que las empresas no tengan que pagar impuestos, sino que reciban ayuda del Finanzamt. Dürr afirma que los planes de rescate de empresas implementados penalizan a las empresas medianas y grandes a pesar de la gran cantidad de dinero asignada.

Las pequeñas empresas y los trabajadores autónomos reciben ayuda muy rápidamente y no tienen que devolverla. En cambio, para las grandes empresas de más de 250 empleados, los tiempos de espera son más largos y sólo pueden recurrir al KfW, aunque tengan problemas de liquidez que deben resolverse rápidamente.

Dürr afirma que los planes de rescate de empresas implementados penalizan a las empresas medianas y grandes a pesar de la gran cantidad de dinero asignada. Las pequeñas empresas y los trabajadores autónomos reciben ayuda muy rápidamente y no tienen que devolverla. En cambio, para las grandes empresas de más de 250 empleados, los tiempos de espera son más largos y sólo pueden recurrir al KfW, aunque tengan problemas de liquidez que deben resolverse rápidamente.

Por ello, el BDF pide que se introduzca el impuesto negativo sobre las ganancias, a fin de evitar el largo proceso burocrático y dar a las grandes empresas la oportunidad de tener más liquidez, porque ahora está claro que aplazar el pago de los impuestos no es suficiente.

La idea es asegurar que las empresas no tengan que pagar impuestos por adelantado, sino todo lo contrario:el Finanzamt debería conceder ganancias negativas como ayuda a las empresas para obtener liquidez. El importe de este impuesto negativo sobre las ganancias deberá calcularse sobre la base de la última declaración de impuestos de las empresas y no superará el 70% de la deuda tributaria (en función de las pérdidas de las empresas).

Tan pronto como termine la pandemia, habrá que introducir un cálculo de pérdidas significativamente ampliado, contando los años anteriores y futuros, de modo que los pagos de las ganancias negativas recibidas durante la crisis tendrán que contarse como ayuda fiscal que se utilizará para fortalecer las empresas.

Dürr ya ha escrito al Ministro de Finanzas Olaf Scholz en una carta privada invitándolo a implementar su propuesta ya que no hay tiempo que perder.