Según el BMELV (Ministerio Federal de Alimentación, Agricultura y Protección al Consumidor), el plan de nutrición para el primer año de vida de un niño se divide en tres grupos de edad según la fisiología nutricional y del desarrollo.

Del 1’ al 4’ mes
En los primeros cuatro meses de vida, el bebé no necesita nada más que la leche materna, que contiene todo lo necesario para su crecimiento y desarrollo. Los bebés con riesgo de alergias deben ser amamantados por completo hasta el mes 4.

Del 5’ al 7’ mes
Si antes no se necesitaban alimentos adicionales, ahora se puede alimentar al bebé con los llamados alimentos complementarios, como sopas y papillas. De hecho, la leche sola ya no es suficiente. Además, es fundamental que el niño aprenda a comer con cuchara.

A partir del décimo mes
Durante este tiempo, los niños generalmente ya tienen algunos dientes. Ya no es necesario pasar la comida finamente, ya que el pequeño puede triturar alimentos sólidos con los dientes y las encías.
Aunque a esta edad los niños pueden comer una gran cantidad de alimentos diferentes y adquirir diversos nutrientes, sigue siendo esencial que aún sean alimentados con leche específica para niños de esta edad en lugar de leche entera. Es importante prestar atención a la leche no pasteurizada, es peligrosa para la salud de los niños.
También es beneficioso incluir a los niños en las comidas familiares, especialmente dándoles frutas, verduras, patatas, panes y carne, que al menos deben estar picadas.

Otras sugerencias
Durante el primer año de vida, todo niño necesita vitamina K, vitamina D y flúor. Consulta a tu pediatra para conocer las dosis correctas.
Cuanto más firme sea la comida, más líquidos necesitará beber tu bebé. Infórmate sobre la calidad del agua del grifo en el acueducto responsable. El agua mineral carbonatada provoca flatulencias, especialmente en los niños. No solo el agua, sino también los tés e infusiones sin azúcar son beneficiosos para la hidratación.
Los alimentos y bebidas que contienen azúcar pueden causar graves daños a los dientes.
Siempre usa sal con moderación y evita los condimentos picantes.
Evita los alimentos mal digeridos, ricos en grasas y que produzcan flatulencias.
No alimentes a tu bebé con comida dura y pequeña como nueces, ya que pueden asfixiarlo.